qué diferencia hay entre tejidos hidrófugos e impermeables
En la elección de prendas y tejidos para protegerse de la humedad y mantenerse seco en diferentes situaciones, es importante comprender las diferencias entre los tejidos hidrófugos e impermeables. Ambos tienen como objetivo principal evitar que el agua penetre en la prenda, pero su forma de lograrlo difiere significativamente.
En este artículo técnico, exploramos las características de estos tejidos, las normas y usos asociados, la transpirabilidad, cómo se mide y cuándo elegir uno u otro en función de la acción realizada, riesgo y ergonomía.
La diferencia
Un tejido hidrófugo es aquel que está diseñado para repeler el agua en la superficie, evitando que esta penetre en el tejido, básicamente, que el agua resbale sin ser absorbida. Este tipo de tejido no proporciona una protección total contra la penetración del agua, pero puede ser eficaz en situaciones donde la exposición a la humedad es moderada y no se requiere una barrera total contra el agua. Por otro lado, un tejido impermeable está diseñado para ofrecer una barrera total contra la penetración del agua. Este tipo de tejido evita que el agua pase a través de las fibras del tejido, incluso bajo presiones significativas de agua. Los tejidos impermeables son ideales cuando se necesita una protección completa contra la humedad, como en condiciones de lluvia intensa o al trabajar en entornos altamente húmedos.
En resumen, la principal diferencia radica en la capacidad de cada tejido para resistir la penetración del agua. Un tejido hidrófugo permite que el agua resbale sobre su superficie sin ser absorbida, mientras que un tejido impermeable crea una barrera total que evita que el agua pase a través de las fibras del tejido. La elección entre uno u otro dependerá de la necesidad específica de protección contra la humedad y del nivel de exposición al agua en la actividad o situación en la que se utilice.
Normas y usos
Para identificar los tejidos hidrófugos e impermeables, es relevante conocer los símbolos utilizados en las etiquetas de las prendas. Las normas europeas, como la EN 343:003, establecen clases de requisitos para los términos «resistente al agua», «hidrófugo» e «impermeable». La resistencia al agua corresponde a la clase 1, con la exigencia más baja; el hidrófugo equivale a la clase 2, con un nivel de exigencia medio; y el impermeable se sitúa en la clase 3, con los requisitos más altos.
La norma EN ISO 811 y JIS L 1092 se emplean para medir la impermeabilidad de los tejidos. La norma ISO 11092 es utilizada en Europa para evaluar la transpirabilidad. Estas normas son métodos fiables de comparación que permiten enfrentar diferentes tipos de membranas, ya sea del mismo fabricante o de diferentes fabricantes.
Transpirabilidad, qué es y cómo se mide
La transpirabilidad de un tejido se refiere a su capacidad para permitir el paso del vapor de agua a través de él. El cuerpo humano genera vapor de agua que debe ser liberado para evitar la acumulación de humedad dentro de la prenda. La cantidad de vapor de agua producido varía según la actividad física realizada.
La transpirabilidad se expresa en gramos por metro cuadrado en 24 horas (gr/m2 en 24 h). El RET (Resistant to Evaporation Transfer) es una medida que evalúa la resistencia de los tejidos a permitir el paso del vapor de agua. Cuanto menor sea el valor de RET, mejor será la transpirabilidad del tejido. La prueba RET con placa calentadora se utiliza para medir la resistencia del tejido a transmitir el vapor de agua a través de él.
Criterios de elección de una prenda u otra
Para elegir entre un tejido impermeable y uno hidrófugo, se deben considerar la exposición a la humedad y el grado de esfuerzo físico requerido por la actividad. Los tejidos impermeables actúan como barrera para evitar que el agua penetre debido a la presión que puede ejercer al caer sobre la prenda. Por otro lado, los tejidos hidrófugos permiten que el agua resbale en la superficie sin mojar la prenda y, al mismo tiempo, proporcionan cierto grado de transpirabilidad.
Si se espera una alta presión de agua sobre la prenda, es recomendable utilizar un tejido impermeable. En cambio, si se necesita un tejido que proporcione cierta transpirabilidad y resiste presiones moderadas de humedad, los tejidos hidrófugos son los más adecuados.
Accesorios y tipos de membranas que se utilizan en las prendas
En el mercado, existen diferentes tipos de membranas y tecnologías que se utilizan para mejorar las propiedades hidrófugas e impermeables de los tejidos. Algunos ejemplos incluyen la membrana Gore-Tex, que utiliza una estructura microporosa para repeler el agua mientras permite la salida del vapor de agua, y la membrana eVent, que utiliza una tecnología patentada que permite el paso del vapor de agua a través de pequeños poros.
En conclusión, la diferencia fundamental entre los tejidos hidrófugos e impermeables radica en su capacidad para repeler o resistir el paso del agua. Los tejidos impermeables actúan como una barrera contra el agua, mientras que los tejidos hidrófugos permiten que el agua resbale sin penetrar en la prenda. La elección entre uno u otro dependerá de la exposición a la humedad, el nivel de esfuerzo físico requerido y la necesidad de transpirabilidad. Al comprender estas diferencias y considerar los estándares y normativas establecidos, se puede seleccionar el tejido más adecuado para cada situación, garantizando así la protección y comodidad necesarias.