Mascarillas FFP3 para combatir la seria amenaza del humo de soldadura

La catalogación de los riesgos en el entorno laboral varía periódicamente, a medida que se descubren nuevos riesgos para los trabajadores. Un claro ejemplo es el riesgo que constituye el humo de soldadura, que ha pasado de estar catalogado como un riesgo 2B (posible cancerígeno), a ser considerado un riesgo de categoría 1 (cancerígeno confirmado).

Este cambio de consideración en el nivel de riesgo trae consigo novedades en lo que a la protección frente a él se refiere. Y es que, la protección que se utilizaba hasta el momento resulta insuficiente, por lo que es necesario recomendar el uso de mascarillas FFP3 con filtro de carbón activo, ya que contribuye a la eliminación de los olores de los gases que se producen durante el proceso de soldadura (por ejemplo, el ozono).

Y, aunque es cierto que la mascarilla de preferencia pasa a ser, sin duda alguna, la FFP3, lo deseable sería optar por equipos aún más eficientes. Nos referimos a los equipos motorizados que pueden integrarse en las pantallas de soldadura y permiten suministrar aire limpio al soldador dentro de la propia careta.

Si bien una mascarilla FFP3 es suficiente, un equipo motorizado ofrece un mayor confort y efectividad en la protección al trabajador.

Los peligros del humo de soldadura

Para poder enfrentarse con garantías a un riesgo lo principal es conocerlo adecuadamente, por eso empezaremos por detallar a lo que nos referimos cuando hablamos de humos de soldadura. El humo de soldadura es la mezcla de humos y gases metálicos que se producen durante los trabajos de soldadura. Por lo general su composición varía en función de los metales que se utilicen en la soldadura, así que los contaminantes pueden ser muy diversos, lo mismo que la concentración de los mismos.

Si bien los efectos nocivos del humo de soldadura se pueden notar desde un principio si no se recurre a la protección adecuada para el trabajo, también hay daños muy graves que pueden manifestarse a lo largo del tiempo.

La inhalación de estos humos debido a la carencia de la protección adecuada puede provocar efectos adversos como:

  • Irritación de ojos
  • Irritación de nariz
  • Irritación de garganta
  • Fiebre
  • Náuseas
  • Neumonitis (inflamación de los pulmones)
  • Alergias
  • Enfermedades de la piel

Pero, sin duda, los efectos más graves los produce la exposición a largo plazo a este tipo de humo, muchos de ellos incluso irreversibles:

  • Cáncer de pulmón
  • Cáncer de estómago
  • Cáncer de hígado
  • Daños cerebrales
  • Enfermedades neuronales
  • Descenso de la capacidad pulmonar
  • Asma crónica
  • Problemas de fertilidad
  • Daño renal
  • Úlceras
  • Fibrosis pulmonar
  • Alteraciones hematológicas
  • Alteraciones digestivas

No cabe duda que la inhalación del humo de soldadura trae consigo unos riesgos tan graves para la salud que no cabe otra pregunta más que: “¿Cómo puedo protegerme frente a ellos?”.

Cómo protegerse del humo de soldadura

Como ocurre con cualquier riesgo que se de en el entorno laboral, lo mejor que se puede hacer es estar prevenido y protegido adecuadamente para evitarlo. En el caso del humo de soldadura la principal protección pasa por la utilización de la protección respiratoria adecuada que evite la inhalación de las partículas nocivas.

Tal y como mencionamos al principio, y debido al riesgo que supone esta inhalación, la principal recomendación es el uso de mascarillas FFP3 con filtro de carbón activo acordes a la normativa europea EN149, ya que pueden neutralizar los olores y gases resultantes del proceso de soldadura. Sin embargo, no es el único tipo de mascarilla que puede utilizarse para este proceso.

Las mascarillas específicas para soldadura acordes a la normativa europea EN149 también constituyen una protección eficiente frente a la inhalación de humo de soldadura. Estas mascarillas protegen de los niveles moderados de partículas sólidas y líquidas no volátiles (hasta 10 VLA), así como de los humos metálicos y del ozono hasta 10 VLA.

Pero las mascarillas no son la única protección a la que se puede recurrir para protegerse del humo de soldadura. Al ser la inhalación el principal peligro lo más recomendable es que este tipo de trabajos se lleven a cabo en lugares amplios, con una buena ventilación natural que permita minimizar los riesgos. Sin embargo, y aunque se disponga de un lugar ventilado, sigue siendo recomendable la utilización de sistemas de extracción y ventilación como:

  • Bancos de aspiración descendente
  • Brazos y campanas de extracción
  • Sistemas de filtración
  • Ventiladores
  • Sistemas de control de la concentración ambiental de humos de soldadura

Equipos motorizados y con suministro de aire

Sí, los equipos motorizados y con suministro de aire son una forma más de protegerse de la inhalación del humo de soldadura. Sin embargo, debido a su complejidad merecen ser tratados aparte para conocer en profundidad lo que pueden hacer por el trabajador y su protección.

Estos equipos de respiración motorizados son aparatos que aúnan materiales de protección y componentes automatizados para mantener el ritmo de oxígeno en los ambientes en los que el trabajador se expone a la inhalación de elementos tóxicos. Estos equipos pueden ser de dos tipos, autónomos o de emergencia, y ambos presentan unas características comunes:

  • Proporcionan aire sin contaminar al trabajador en entornos hostiles.
  • De uso fácil.
  • Funcionan como protección respiratoria, auditiva, ocular y facial.
  • Permiten el movimiento cómodo del trabajador que los lleva.
  • Filtran los contaminantes del exterior.
  • Al estar constituidos por tres partes diferenciadas los equipos de respiración motorizados resultan funcionales y cómodos para el trabajador. Habitualmente se dividen en: unidad de cabeza (capucha, máscara, casco, media máscara…) todos ellos completamente adaptables, tubos de respiración (que se unen a la unidad de cabeza y al motor que garantiza el suministro de aire y cuentan con filtros que purifican el aire) y unidad de cintura (que se compone por un cinturón ajustable y el motor).

Aunque podemos hablar de equipos motorizados y con suministro de aire a nivel general hay que tener en cuenta que estos mismos se clasifican en tres diferentes tipos en función de los componentes que presentan:

  • Equipos de respiración con filtros recambiables: Suelen tener una pieza facial de doble filtro (habitualmente media máscara o máscara completa) que se desecha cuando se agota. Para reutilizarse han de limpiarse y mantenerse de forma regular.
  • Respiradores con provisión de aire: Su función es proporcionar aire limpio y libre contaminantes.
  • Respiradores purificadores de aire: Estos combinan las características de los dos anteriores. Además, los hay con capacidad autofiltrante, con filtros que se desechan cuando ha acabado su vida útil.

Respirar sin riesgos

Es cierto que el humo de soldadura puede traer consigo graves consecuencias para la salud de los trabajadores. Pero también es cierto que actualmente se goza de una amplia gama de protección respiratoria que puede facilitar de forma evidente el trabajo en estas condiciones adversas.

 

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